Las actividades de ocio y tiempo libre de la APSOCECAT evolucionan en paralelo a las necesidades y demandas de las personas con sordoceguera. El primer respiro de este año, una escapada a la nieve, así lo confirma.

20/02/2020

Sant Joan de l’Erm fue el destino escogido para el primer respiro de 2020. Una estación de esquí en un sitio idílico, vestido de intenso blanco a consecuencia de la borrasca de los días previos.

Realizada del 24 al 26 de enero, la escapada fue el estreno de las actividades de ocio en la nieve. Una excursión organizada a petición de los usuarios con sordoceguera adquirida con un grado elevado de autonomía. Siete personas se apuntaron, el máximo previsto para esta ocasión.

El equipo de mediación aceptó gustoso el reto. Como siempre, la mediación se hace en ratio 1:1. Un número que proporciona el suporte necesario en términos de comunicación, orientación y movilidad, así como para explicar las actividades y facilitar familiarizarse con el equipamiento. Esquí nórdico raquetas y trineo fueron las actividades principales, además de las caminatas por el bosque. Para acabar el día, juegos de mesa y conversas al lado del fuego.

Una escapada plena de vivencias que confirma que sordoceguera, aventura y nieve hacen una combinación ganadora. Y que el ocio con suporte es un formato idóneo para promover el empoderamiento y la autorrealización de las personas, independientemente de sus habilidades específicas en determinadas àreas.

Sordoceguera, aventura y nieve, testimonio de una persona sordociega

Sant Joan de Lerm, una nota periodística (por Agustí Vilar)

Un grupo de sordociegos irrumpen en la Basseta. Vienen con mediadores, estudiantes en prácticas y voluntariado. En total, son diecinueve persones. En efecto, es el último fin de semana de enero del 2020.

Sant Joan de l’Erm, una estación de esquí de fondo, recibe los beneficiosos estragos de la borrasca Gloria. La nieve es abundante y de calidad. La entidad promociona una salida de ocio de montaña. Entre el colectivo de sordociegos, hay cinco signantes y dos oralistas.

La actividad es muy completa. Esquí de fondo, trineo y raquetas al alcance de todos. Los objetivos son claros. En primer lugar, hacer accesible esta práctica deportiva entre las personas sordociegas. En segundo lugar, los sordociegos también se tienen que hacer ver entre un público que desconoce este mundo. En tercer lugar, intercanvio de conocimientos y toma de conciencia de nuestro colectivo.

Una persona sordociega es todo lo que queramos menos un ser humano obvio. Las salidas de ocio y de tipo deportivo permiten pescar el debate de cada uno.  Además, el contacto entre profesionales y colaboradores en nuestro ámbito se enriquece exponencialmente.

Particularmente, a mis 64 años, nunca más diré que la nieve solo me gusta en postales. Para nosotros, la experiencia fue memorable. Incluso entiendo que APSOCECAT debe hacer bandera de ejemplos semejantes. Combatir el aislamiento de nuestras actividades públicas es una tarea que normaliza roles. Cuando un sordociego usa un móvil solo para comunicarse con whatsapps a través d’una línea Braille, incluso los profesionales tienen dificultades para saber de qué hablamos.

Por lo tanto, si la nieve me ayuda a aclarar cómo vive mi colectivo, endavant les atxes.