El miércoles 26 de febrer APSOCECAT participó en el preestreno de la película “ESPECIALES”, galardonado film de los mismos directores de INTOCABLE. El visionado avanzado fue posible gracias a la generosidad de Filmax Gran Vía 2 y de A Contracorriente Films.
02/03/2020
El preestreno de ESPECIALES organizado por la APSOCECAT contó con la valiosa presencia de amigos, conocidos y profesionales. En total, asistieron unas 50 personas y el donativo por concepto de entradas fue de 383 €.
ESPECIALES explica la historia real de Stephane Benhamou y Daoud Tatou, dos amigos con creencias religiosas diferentes que, sobreponiéndose a todo, crearon una organización sin ánimo de lucro para ayudar a niños y adolescentes con graves afectaciones del espectro autista. Vincent Cassel, Reda Kateb, Aloïse Sauvage y Mirabela Vian conforman el repertorio.
Desde APSOCECAT queremos compartir nuestras reflexiones sobre esta película, una obra de visionado (moralmente) obligado para cualquier ciudadano y para todos en el entorno de los servicios sociales, especialmente aquellos en cargos de responsabilidad. Quien no conozca las situaciones que enfrentan las familias con personas con discapacidad, tiene aquí un documento que recoge casi todas las aristas de una vida que se hace dura de llevar en el intento de atender a una persona con necesidades complejas.
ESPECIALES: la fortaleza delante de la adversidad
Quien ha vivido estas situaciones sabe de las 24 horas de dedicación: intensas, cada día, toda la vida, llueva o haga sol. La búsqueda de soluciones es más un cúmulo de fracasos que de alegrías: ni centros residenciales ni centros de día, por no hablar de cuando se hacen adultos y quedan fuera de la etapa de escolarización, o de las casi nulas opciones laborales. Casi ninguna ayuda que permita a los padres mantener una cierta normalidad, ni familiar ni laboral. Suma también la escasez de profesionales cualificados para atender según qué perfiles. Y dinero; el dinero siempre falta porque no es posible llevar una vida productiva a la vez que cuidar de una persona que requiere de atención permanente, además de una dosis muy elevada de paciencia y de resistencia a la frustración.
Y las entidades. Cuando todo falla queda una familia agotada y empobrecida (madres solas en riesgo de exclusión social son la mayoría), que afortunadamente encuentran alguna pequeña asociación. Entidades que trabajan con las uñas, con más voluntad que dinero, con más mística que futuro. Y aquí ESPECIALES también ofrece una visión real y honesta de cómo llevan el día a día las entidades que atienden casos de difícil abordaje: en locales pequeños, estirando los números para pagar nóminas de personal que hace milagros, con dedicación 24 horas y fines de semana. Todo acompañado de una demanda imposible de atender, porque no por más estirar se llega a todo aquel que lo necesita.
ESPECIALES, dicen, va de autismo, pero es mucho más. Va de cómo el tramo de las entidades que atienden casos de personas con discapacidad más complejos se dejan la piel para hacer lo que no hacen las instituciones. Por atender (¡y entender!) los casos que nadie quiere, los que no dan para historias de superación, que no estan para batir récords de algún deporte extremo y que no adornan en las fotos de los diarios.
Justamente por eso, el visionado realmente obligado debería ser para directores, secretarios, diputados y ministros que desde una butaca cómoda y un despacho bien ubicado legislan, deciden y asignan presupuestos de gominolas a proyectos y programas de atención a personas y familias en situaciones realmente desesperadas. Una distancia que habría que reducir: la que hay entre la butaca y la madre, la butaca y el hijo “especial”, la butaca y las entidades. Las pequeñas, las ahogadas, las que hacen el trabajo que nadie quiere. Las que no tienen ni butaca ni presupuesto.