17/08/2021

“El sueño de la mariposa”, d’Araceli Capella, és una de les participacions en modalitat de llengua de signes del II Concurs de Narrativa de l’Hort d’en Queni.

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A una niña pequeña de 8 años le gusta mucho dibujar mariposas, ella está dibujando las antenas y coge un lápiz de color verde: – mmm…. este no. Coge otro lápiz: de color rosa sí. Y empieza a pintar.

– ¡Mama, mira! – dice la pequeña

– ¡Oh qué bonito mariposa! – exclama la madre viendo el dibujo

– Quiero ir a ver mariposas – responde la niña

– ¿Quieres? Pues vámonos de paseo

Ambas salen cogidas de la mano a pasear.

– ¡Mama, mira un caballo! – la niña se acerca hasta el caballo y lo empieza a acariciar. El caballo mueve sus orejas mostrando su alegría y relincha. La pequeña coge y le da algo de comer al caballo que lo acepta y lo come con entusiasmo. La niña mira a su madre e insiste: – Mariposas

– Tranquila, vamos a buscar a ver si encontramos una mariposa.

Las dos siguen su camino y la madre coge una flor, la huele y se la da a oler a su hija.

– Huele muy bien – dice la pequeña

La madre coloca la flor detrás de la oreja de su hija dibujándole una gran sonrisa en el rostro.

– Mira, un pájaro

El pájaro iba andando elegantemente y en el momento emprende el vuelo, pasando por encima de ellas con su aleteo elegante. La pequeña lo observa embelesada. De nuevo se dirige a su madre insistiendo

– Mariposas, mariposas

– Si, espera – responde la madre que observa a su alrededor y dice señalando con el dedo: – mira, ahí hay una mariposa muy pequeña.

Le coge la mano a la pequeña y la acerca para que con el dedo índice pueda tocarla. En ese momento la mariposa sale volando y se aleja. La niña se lleva las manos a la cara exclamando con tristeza: – nooooooo…

– Tranquila… ahora tenemos que volver a casa que está anocheciendo – dice la madre

– De acuerdo – responde la pequeña – y las dos regresan andando una al lado de la otra

En casa la niña coge el dibujo de la mariposa y lo mira con tristeza… Apoya sus brazos sobre la mesa, descansando la cabeza sobre su puño pensativa y empieza a bostezar…

– Mama, tengo sueño…

– Ve a la cama a dormir – responde la madre-

La niña va a su habitación, coge el dibujo de la mariposa, lo besa y lo deja cerca de la cama, se acuesta y le da las buenas noches a su madre quien le responde y besa en la frente. La pequeña se duerme y empieza a soñar… De repente se despierta, busca palpando el dibujo que no está y rápidamente se levanta de la cama y va corriendo a abrir la puerta.

– ¿Dónde está la mariposa?

Empieza a correr y tropieza cayendo al suelo. En ese momento aparece una mariposa que se posa en su nariz y al tocarla – ¡boom!  – la niña se encoge y ahora la mariposa ahora es gigante y de color rojo. La pequeña acaricia la mariposa y trepa por ella hasta subirse en su lomo. La mariposa alza el vuelo, la pequeña mira a su alrededor: – oh una mariposa por aquí, oh otra por allá. La niña grita de emoción mientras vuela en el lomo de la mariposa con su cabellera al viento. Pasan cerca de un árbol y la niña puede verlo desde la copa: – ohhhh que alto el árbol. Siguen volando y de repente la mariposa hace un giro haciendo que la niña caiga. De repente la niña obre los ojos sobresaltada, está en el suelo tumbada al lado de su cama y piensa ¿Qué ha pasado?

– Mama, mama (grita la niña) la madre abre la puerta y sorprendida dice

– ¿Qué ha pasado? ¿Te has caído? Te he oído gritar

– Sí… (responde la hija) estaba cabalgando sobre una mariposa

– ¿Tú, encima de una mariposa? Eso es imposible, estarías soñando

– ¿Yo? – la pequeña piensa… y mira a su lado donde había dejado el dibujo de la mariposa, lo coge y la madre le interrumpe.

– Venga, ve a dormir.

La niña se tumba en la cama, se tapa con la sábana y se duerme… Al despertarse mira hacía el dibujo y : – oooh. Hay un pasador de pelo, lo coge y se lo pone en el pelo, es de una mariposa, la niña está muy contenta. Se levanta y va a ver a su madre.

– Mama, mama, mira – le enseña el pasador.

– ¡Oh, qué bonito, que guapa estás! exclama la madre

– Gracias – responde la niña y abraza a su madre

La pequeña va a hacia la ventana, la abre y se apoya en ella observando el exterior. Se acerca un pájaro que se posa en la ventana y mirando a la niña pía. La pequeña coge un puñado de semillas y se las ofrece al pájaro que las acepta y come de su mano con entusiasmo hasta que de nuevo levanta el vuelo y se va mientras la niña lo observa. Por la ventana entra mucho sol y de repente una mariposa se asienta en el marco de la ventana. La niña la mira y acerca su dedo, la mariposa se sube en él y la niña se la acerca para verla mejor. Con la mariposa en su dedo la niña exclama:

– ¡Mama, mira!

La pequeña observa la mariposa embelesada hasta que esta vuela y se aleja de la niña.

– Adiós mariposa – exclama la pequeña que se apoya en la ventana de nuevo y se siente muy muy feliz.