Para una trabajadora el hecho de aproximarse a la maternidad va acompañado de la tensión y la incertidumbre de la compaginación de los dos roles una vez acabe la baja. Núria explica como ha sido su experiencia de maternidad y conciliación laboral con APSOCECAT

Por Núria Bustamante, trabajadora social y miembro del equipo técnico de APSOCECAT

26/01/2017. En cuanot una trabajadora está embarazada desde las empresas siempre se busca hacer un detalle: una cesta con pañales, un lote de cremas infantiles, etc. Todo esto está muy bien, pero lo que realmente necesita el bebé de 4 meses (la baja de maternidad en España es de 16 semanas) es poder estar con su madre. Así que el mejor regalo senyores y senyoras empresarios es poder llevar el recién llegado al trabajo.

Esto es lo que mi asociación: APSOCECAT (Asociación Catalana Pro Personas con Sordceguera) me ha permitido hacer, y le estoy plenamente agradecida. Hemos hecho más de 4 meses así: venimos cada martes y viernes a trabajar juntas. Y estoy segura que ha sido el mejor regalo que le han podido hacer tanto a ella como a mi. Puedo decir que es un verdadero ejemplo de maternidad y conciliación laboral.

No nos engañemos, el trabajo no sale igual, pero te permite después de meses de baja y de dormir poco, irte incorporando nuevamente a la rutina del día a día. Irte poniendo al día con las novedades y aprovechar las horas en que la pequeña duerme, que no son muchas, a priorizar lo más importante a poder hacer.

Adaptar el lugar de trabajo, es fácil, ponser una camita plegable y una hamaca de segunda mano que te permita tener a la pequeña mirando todo lo que haces. En las reuniones está totalmente integrada: sentada en la mesa o en la falda de cualquiera de las personas asistentes. Todas parecen contentas.

Este hecho también ha permitido poder alargar la lactancia y hast ahora, no hemos faltado ningún día al trabajo porque la pequeña haya estado enferma. Llegaa un punto en que ves que esto es lo normal. Una auténtica integración de los dos roles: el de madre y el de trabajadora. Todo el mundo hace concesiones, pero el resultado es mucho más tranquilo. Y sobretodo, no te sientes culpable por el hecho de ser madre.

Esta situación de maternidad y conciliación laboral habría de ser una opción generalizada y no ser la excepción como hasta ahora es. Animo a todas las trabajadoras a que prueben de proponer poder llevar a su criatura al trabajo. A veces somos nosotras mismas que pensamo que esto no será viable y no nos lo permitirán hacer. Así que por intentar que no quede, a la larga todos salimos ganando.